Estamos de vuelta en Batallas Corrientes por todo lo alto con una entrevista muy interesante. Este mes contamos con las palabras de Juan Faura, psicólogo sanitario y enfermero, especializado en Autolesión no suicida y Terapias de 3º generación. También es fundador y presidente actual de la Sociedad Internacional de Autolesión.

¿Qué es la autolesión?
La autolesión sucede cuando una persona se hace daño a sí misma de forma intencionada, sin intención de suicidio. Es decir, cuando alguien se corta a sí mismo o se golpea. El tipo de autolesión del que hablamos suele ser repetitiva a lo largo del tiempo. Además, quien se autolesiona se hace daño de forma intencionada y la letalidad suele ser baja. Puede parecer una conducta parasuicida, pero se ha encontrado que la conducta autolesiva no es lo mismo que la conducta suicida. Como ves no hablo de las autolesiones que se dan en algunos trastornos del desarrollo (ej. Dentro del espectro autista) ni las autolesiones que se dan cuando hay una alteración de la percepción de la realidad (ej. psicosis).
La autolesión es una herramienta para tratar con las emociones. Una herramienta nada saludable y que es dañina a corto y largo plazo. Sin embargo, es muy efectiva en algunas personas con cierta historia previa y/o con cierta predisposición biológica.
La persona se autolesiona cuando se siente muy mal. En ese caso, en lugar de por ejemplo llorar, contarle a otro sobre lo que le pasa o acurrucarse en la cama, la persona se autolesiona. En ese momento la autolesión le sirve para aliviar lo que sentía. Aliviar, que no conseguir una emoción más positiva que la que tenía antes. Digo esto porque muchos de los que se autolesionan dicen sentirse mejor después de hacerlo. Y es que, si te sientes un poco menos mal de como te sentías antes, puede parecer que te sientes mejor, pero no por ello la autolesión hace que sientas una emoción más positiva, más bien disminuye la intensidad de la que ya tenía.
La autolesión funciona también por otras circunstancias. Lo que es seguro es que, si algo nos funciona, lo repetimos. Y si lo repetimos eliminamos otras formas de afrontar las emociones ¿para qué conservarlas si ya tenemos una que sirve? Así, a groso modo, acabamos de instaurar en la persona una estrategia de regulación emocional insana, la autolesión.
¿Qué aspectos pueden desencadenar este tipo de conducta?
Si te refieres a qué cosas ocurren en la persona para que un día llegue a autolesionarse y continúe haciéndolo, te diría que cuando se juntan varias circunstancias muy específicas, cualquier persona podría llegar a autolesionarse. Por lo general, la persona ha vivido en etapas tempranas en un ambiente que no validaba sus emociones o que era castigado arbitrariamente por expresarlas y por ciertas formas de manejarlas. Si a esto le sumas que biológicamente está predispuesta a ser más sensible a la intensidad emocional y/o enfría sus emociones muy lentamente, tendrás un caldo de cultivo ideal. De entre las circunstancias que pueden llevar a una persona a autolesionarse las más comunes son: una alta aversión por las emociones y ciertas cogniciones, baja tolerancia al distress, alexitimia, pobres habilidades de comunicación y sociales de resolución de problemas, activadores de eventos extresantes (elevado y/o bajo arousal o demandas sociales inmanejables), aprendizaje social, autocastigo, ciertas señales sociales, la predisposición genética para una elevada reactividad emocional, anormalidades biológicas, abuso infantil, criticismo u hostilidad familiar, pérdida o separación en la infancia, e identificación implícita (contagio).
Si te refieres a qué cosas tienden a desencadenar la autolesión en alguien que suele autolesionarse, te diría que las emociones intolerables. Las emociones previas a la autolesión suelen ser desagradables y muy intensas. Son percibidas como abrumadoras e intolerables. También hay quienes se hacen daño cuando están experimentando una emoción que todos diríamos que es agradable, pero de nuevo será intolerable y no aceptada por la persona.
¿A quiénes afecta?
Cualquier persona puede verse afectado. No existe un patrón de personalidad, ni socioeconómico o por ejemplo de inteligencia, que distinga grupos de personas que se autolesionen más que otros. Se ha sugerido que las mujeres se inician en la autolesión más que los hombres, pero los resultados no son concluyentes y no parece que el sexo tenga que ver. Listos, tontos, pobres y ricos, se autolesionan por igual.
Aunque no existe un perfil concreto, sí hay algunos factores de riesgo asociados. Los más comunes son la edad comprendida entre 12 y 22 años, invalidación a edad temprana, historia de abusos físicos o psicológicos, estar en el grupo LGTB, falta de regulación emocional y escasez de recursos para afrontar las emociones.
Hace poco lanzaste la Sociedad Internacional de Autolesión (www.autolesion.com) pero no es tu comienzo en el camino del trabajo con la autolesión. ¿Cuándo y cómo surgió la idea de especializarte en este tema?
Curando heridas me dí cuenta de que algunas no parecían ser cosa de un gato, como me contaba el paciente. Me sorprendió que gente tan joven se hicieran daño y que no fuera para matarse. Busqué respuestas para tratarlo y terminé moderando un foro virtual. No era el único sorprendido por esta conducta. Quienes se autolesionaban tampoco sabían que les pasaba. Padres, amigos y novios estaban desconcertados. Abrumados y bajo el tabú social que supone la autolesión, todos ellos acudían a los grupos virtuales bajo el anonimato que ofrece internet.
Ese foro se fue convirtiendo en algo más y hace 8 años tomo entidad propia para fomentar la ayuda de quienes se autolesionan. No había información en español y no se sabía sobre el tema. Lo poco que se decía desinformaba y no hacía bien a quienes se autolesionaban. Por aquél entonces tenía ciertas bases de medicina, pero la parte más biológica. La problemática me conmovió y decidí estudiarla desde la ciencia que creía que podía darme más respuestas, la psicología.
Ahora la autolesión se estudia desde varios frentes. En algunos países se ha tratado como problema de salud pública y se han tomado medidas políticas al respecto, en otros el sistema educativo ha intervenido y se están desarrollando protocolos desde profesionales de la intervención social. Ojalá pudiera especializarme en todos, pero no tengo tantas vidas.
Finalmente decidí especializarme en el tratamiento psicológico de la autolesión no suicida. Es duro porque no se conoce el tema y no hay casi referentes hispanoparlantes, pero me alegra seguir andando este camino.
En este proyecto no trabajas tú solo, sois una gran comunidad formada entre España, México y Argentina. ¿Por qué decidiste hacer una comunidad sobre autolesión?
Hubo muchos motivos, la desinformación, lo poco que se sabía y lo mal que se estaba tratando la autolesión, los grupos proautolesión, el contagio y sobre todo la influencia que estaba teniendo en las personas predispuestas a autolesionarse. Queríamos ayudar a prevenir la autolesión, a informar sobre ella y a ayudar a quienes se autolesionan, a sus familiares y allegados y a los profesionales más cercanos a ellos (ej. Terapeutas, médicos, profesores, etc.)
Un objetivo tan grande no se podía realizar sin gente. Para ello, ya hace tiempo generamos grupos de trabajo, proyectos y actividades en varios países. Nos constituimos como Sociedad Internacional de Autolesión para juntar a los profesionales y personas relacionadas con la autolesión, para así entre todos ayudar y fomentar su estudio en los países hispanoparlantes.
¿Qué podemos encontrar en la Sociedad Internacional de Autolesión?
Resumiendo mucho, se puede encontrar: ayuda, información, consulta psicológica, formación para profesionales y un lugar de reunión para profesionales, pacientes, familiares y amigos. Digo “resumiendo” porque los recursos son muchos y están dedicados a estos tres perfiles de usuario. Ahora mismo hay un total de 551 páginas dedicadas a la ayuda.
¿Qué tipo de ayuda y cómo la pueden recibir las personas interesadas?
Si te autolesionas dispones de una extensa guía para saber qué te sucede, cómo dejarlo, cómo tratarlo con tus amigos o padres, etc. También dispones de consulta psicológica, un mapa donde localizar ayuda gratuita en tu país, y una amplia comunidad online que te recibirá con las manos abiertas para dejar de estar solo.
Si eres profesional puedes hacerte socio, participar en nuestras charlas, pedir asesoramiento o colaborar en alguno de los 9 proyectos actuales. También puedes obtener información de nuestra guía para profesionales o de la base de datos que tenemos categorizada en varias secciones, como por ejemplo de artículos científicos, documentales, noticias relacionadas, etc.
Si eres un familiar o amigo puedes visitar una guía donde entender qué le está sucediendo a la persona que quieres, qué hacer y que no, como ayudarle, etc. Además, puedes participar en talleres y charlas sobre el tema, colaborar con nosotros en las campañas sobre autolesión a pie de calle, hacerte socio o hacer una donación para que sigamos ayudando a quienes lo necesitan.
Todo ello desde www.autolesion.com
¿Qué le dirías a una persona que se autolesiona o a un familiar que está leyendo esta entrevista y no se atreve a pedir ayuda profesional?
Si te autolesionas, No estás sol@. Lo que te ocurre también les ha pasado a otros. Esto no tiene nada que ver con estar loc@. Ni mucho menos. Puede que no veas posible la vida sin la autolesión. Algunas personas la quieren en su vida por lo mucho que les sirve para los momentos difíciles. Sin embargo, a la vez también quieren dejar de hacerse daño porque la autolesión los aleja de quienes más quieren, los hacen sentirse mal con ellos mismos y les va atrapando y tomando el control de sus vidas. Es normal que te sientas así. Lo que sí puedo decirte es que hay otras formas de sentirte bien. La autolesión se puede dejar sin tener que pasar por ese mal trago de perderla. No eres la primera persona que se autolesiona ni serás la primera en dejarlo. Quienes ya son libres de autolesión dicen que el apoyo de otros les ha ayudado a dejarlo. Puedes pedir ayuda a alguien de confianza. No tienes porqué contárselo todo. Lo justo para que empiece a ayudarte o para contactar con un profesional. Puede dar miedo al principio, pero luego es liberador. Suele ser el primer paso para mejorar. Sé que puede ser difícil contarlo, para facilitarlo te dejo esta información explica a tus allegados qué te sucede. Puedes dársela para que entiendan la situación: http://www.autolesion.com/guia-autolesion/familia-y-amigos/resumen-de-autolesion/ ”
Si eres un familiar o amigo de alguien que se autolesiona, tampoco estás sol@. Nada más enterarte los primeros momentos pueden haber sido angustiosos. Si no habías oído nada sobre autolesión, todo esto te puede sonar a chino. Enterarte bien de qué es y cómo ayudar suele ser el primer y más importante de los pasos. Tanto para esa persona querida que se autolesiona, como para ti y las personas que te rodean. Dos son más que uno. No te cargues con toda la responsabilidad. Rodeándote de gente que sepa tratar con la autolesión estarás ayudando a esa persona. Puedes pedir ayuda profesional. No digo que lleves a la persona a la fuerza a un profesional, digo que puedes pedir ayuda para ti. Para tú poder ayudar a esa persona. Saber qué hacer y qué no. Si le comentas a quien se autolesiona de ir a un profesional será de gran utilidad también. Te dejo esta información para que sepas qué es la autolesión y qué hacer y qué no hacer: http://www.autolesion.com/guia-autolesion/familia-y-amigos/resumen-de-autolesion/ ”

Juan Faura García ( psicologiafaura.com )
Sociedad Internacional de Autolesión ( www.autolesion.com )